La harina de algarroba tiene la apariencia del cacao puro en polvo, quizá es algo más clara, y para muchas personas es su perfecto sustituto porque su sabor es parecido. No obstante, esta harina puede utilizarse, como el cacao en polvo, para hacer todo tipo de elaboraciones culinarias, principalmente dulces, bizcochos, galletas, helados, salsas. Tiene un sabor particular, dulzón, y sus propiedades nutricionales la hacen aún más interesante.
Las vainas de la algarroba maduras y sin semillas (a lo que se denomina pulpa) se deshidratan, se tuestan y se muelen para obtener un polvo muy fino, es la mencionada harina de algarroba, lista para utilizar en la cocina o para añadir a batidos, yogures, etc., no necesita ser cocinada. Hay que decir que no sólo se contempla como un ingrediente más, también se utiliza en la medicina natural por sus distintas propiedades.
La harina de algarroba tiene un índice glucémico bajo y se contempla como un buen alimento para incluir en la dieta de muchas personas, deportistas, embarazadas, niños, personas mayores, personas convalecientes, con anemia, celíacos y diabéticos. Es rica en carbohidratos, aproximadamente el 40-50% son azúcares (principalmente sacarosa, glucosa, maltosa y fructosa), también contiene proteínas, 5-10 gramos por cada 100 de producto. Además, es baja en grasas, ronda el 0’6-3%, y son grasas de calidad, como ácido linoleico y ácido oleico.